Homenaje a Guillermo

En febrero de 2023 hace ya cuatro años que Guillermo nos dejó, pero su legado continúa.

De marzo a mayo de este año, la exposición «Industria pesada y producción de energía. Una mirada interior» que acoge La Llotgeta (Valencia) reúne una parte importante de dicho legado. Os invitamos a visitarla y compartir también esta invitación. ¡Gracias!

Más información en el apartado Exposiciones.

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El 27 de febrero de 2020 hizo un año que Guillermo nos dejó de forma inesperada.

En el primer aniversario, durante el mes de febrero celebramos los siguientes actos conmemorativos:

Aquí tienes un video resumen del concierto, también puedes escuchar el concierto entero y ver más información: 

Fotos: Francis Jaén

Fotos: Empar Juan

Recuerdo con mucho agrado la visita que hizo Guillermo a las factorías de ArcelorMittal Asturias para tomar imágenes en su interior. A Guillermo se le notaba su afición a la fotografía en general, pero especialmente la industrial. Creo que disfrutó enormemente aquellos días en las fábricas, tomando imágenes de máquinas de todos los tamaños, de chimeneas y enormes naves industriales de chapa y hormigón. A decir verdad, Guillermo era un amante de la industria en general: recuerdo que, entre foto y foto, fue capaz de identificar el modelo de una excavadora y de una carretilla de uñas con solo escuchar su motor. Todavía guardo una copia de su detallada «Introducción a la fotografía científica», texto que, también como aficionado a la fotografía, seguiré consultando.

Gerardo Alonso – Jefe de Comunicación Externa de ArcelorMittal Asturias entre 2009 y 2015.

En una cena del sindicato conocí a Guillermo, él era de la sección del Metal y yo de la Administración Pública, y así comenzó todo.
Hemos viajado durante años disfrutado de los espacios naturales y visitando territorios de trabajo. La fotografía era su gran pasión, a la que destinó su energía, junto con la filosofía y la historia. Estuvo cerca siempre de los libros y manuales donde consultaba y mejoraba la preparación de los líquidos para revelados, baños…, como también fueron importantes para él las enseñanzas de sus amigos fotógrafos: Jesús Castro, Ángel Baixauli, Pepe Gresa… y otros compañeros de AGFOVAL con los que compartía el entusiasmo por la fotografía analógica en blanco y negro.
En el laboratorio y en la cocina era minucioso y pulcro. Siempre decía que ambas cosas se relacionaban, ya que lo importante eran las medidas y los tiempos. Los que hemos tenido la suerte de compartir la mesa con él hemos sido unos privilegiados, y sus arroces inolvidables… Sus revelados eran perfectos y sus positivados eran de un acabado excelente. Él siempre hablaba de la importancia de la escala de los grises y del color del blanco y negro… Citaba a Cartier Bresson: “La vida es en color, pero la realidad es en blanco y negro”.
Cuando el primer hombre fue a la luna, Guillermo tenía once años. Esto le impactó, y con el tiempo adquirió su Hasselblad -la que los astronautas llevaron a la luna-. Era su preferida: por su formato, de entre todas sus máquinas fotográficas.
Su equipo de Hasselblad se irguió sobre el trípode con orgullo en mundo de gigantes: los espacios industriales con naves kilométricas, con torres y depósitos tan altos como edificios, con elevadas y elegantes chimeneas que tocaban el cielo. Y en este mundo del trabajo, él se entusiasmaba captando imágenes para mostrar a todos, su propio mundo, donde él había realizado su vida laboral. Y continuamente insistía en poner en valor el esfuerzo del trabajo: desde la extracción del mineral, pasando por su transformación y procesado, hasta el acabado final.
Hacía hincapié Guillermo en la invisibilidad y el desconocimiento de la mayoría de los procesos industriales, los que están íntimamente ligados a la gran dureza y al continuo riesgo de los trabajadores. Porque solo allí, en sus tareas, en constante batalla con la naturaleza, nacen y se originan todos los procesos industriales…
En febrero Guillermo nos dejó. Aunque sé que él sigue su viaje en el “Mar de la Tranquilidad”, a la búsqueda de nuevas improntas, de perspectivas innovadoras y de nuevos enfoques para seguir con su obra. Por ello recordamos que Guillermo continúa aquí con nosotros. Su mirada está en sus negativos, en sus archivos de fotos, en sus contactos, en sus proyectos y en sus colecciones de fotografías. Su retina está enfocada, la luz es pura, y cada vez que tengamos la suerte de estar delante de una de sus fotografías, veremos lo que él nos quería transmitir: el latido de su corazón, su sensibilidad y su amor por la fotografía…. Y seremos muy afortunados.
Guillermo, eres uno de los nuestros, como dirían los americanos. Nos falta que se valore tu obra como se merece. El tiempo lo dirá. ¡Gracias!, por enseñarnos a ver el mundo de otra forma, con otros ojos, con otra luz…

Empar Juan

error: ¡Pide permiso para usar las fotos, gracias!